En las regiones del norte de Namibia vive una tribu nómada conocida como el pueblo Himba. Son una de las pocas con las que cuentan la fecha de nacimiento del niño, no desde el momento que nace, ni desde que es concebido, sino desde el día en que se decide concebirlo. Es en ese momento, cuando la mujer Himba se va y se sienta debajo de un árbol y permanece escuchando hasta que pueda oír el canto que quiera venir. Cuando ha escuchado la canción, vuelve y la comparte con su pareja y compañero de vida.
Cuando la madre se queda embarazada, enseña la canción del niño a las otras mujeres y ancianas de la aldea. Así, cuando nace, las personas de su alrededor cantan la canción al niño para darle la bienvenida.
Si el niño se cae o se hace daño, se le canta su canción. Al igual que si hace algo maravilloso o pasa a través de los ritos de la pubertad. Si comete algún error que está en contra de las normas sociales Himba , los aldeanos le llaman al centro de la aldea y la comunidad forma un círculo alrededor de él o ella y le cantan su canción para recordarle su identidad.
A medida que el niño crece a través de su vida, su canción es SUYA. Y la aprende. Cuando contrae matrimonio se cantan las canciones de las dos personas que lo van a formar y cada uno aprende la del otro. Y así, hasta el día de su muerte donde se le canta por última vez.
“Tu Canción”, es un cuento esencial en la vida de cualquier persona. Porque la música está siempre presente en nuestras vidas (ya sea creada o de forma natural a través de los sonidos de la naturaleza) y nos permite conectar con nuestra esencia más profunda y en comunidad: Ubuntu.
La adaptación es realizada por Inês Castel-Branco, con maravillosas ilustraciones de María Ella Carrera y una guía de lectura realizada por Javier Melloni. Editorial: Pequeño Fragmenta.
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