Debido a mi experiencia profesional, tengo la oportunidad de intervenir con alumnado de diferentes edades, desde infancia (infantil y primaria) hasta adolescencia.
Es desalentador recibir cada vez, más y más casos de niños y niñas con un nivel muy bajo de autoestima debido al ámbito académico. Cuando llegan a consulta, refieren estrés, ansiedad, frustración, desmotivación y desidia. Es cierto que la gran mayoría presenta problemas relacionados en el ámbito lingüístico: disortografía, dificultades en la comprensión lectora, en la realización de inferencias… Sin embargo, en el sistema educativo actual se continúa evaluando principalmente a través del área lingüística: exámenes orales y escritos. ¿Los niños y niñas que no tengan la inteligencia lingüística como fortaleza, así como los que presentan dificultades en este ámbito tienen las mismas oportunidades que los que sí tienen este área desarrollada?
La gran mayoría suspenden el examen, no porque no sepan el contenido o no tengan los conocimientos requeridos, sino porque su evaluación es a través del lenguaje. En este caso, ¿qué estamos evaluando? ¿Si sabe el contenido o si sabe expresarlo a través del lenguaje? Es preciso matizar, especialmente, porque llega un momento en que el alumnado quiere tirar la toalla, ya no sabe cómo estudiar, cómo seguir intentándolo. Y es que no se pueden forzar aún más los procesos de desarrollo madurativo y de trabajo sobre sus necesidades. Por ello, urge el cambio en la evaluación educativa.
Soy consciente de todo lo que es evaluable a través de un examen oral y escrito, sin embargo, considero importante profundizar en este tema, ir más allá. Si realmente se quiere saber si el alumnado conoce el contenido y sabe aplicarlo, se pueden emplear otras alternativas que se ajusten a sus necesidades, es decir, a su neurodiversidad. Esto no quiere decir que se obvie esa parte lingüística, sino que la evaluación debe ser más completa y rigurosa.

En los próximos posts que publique, haré hincapié en otras formas de evaluación que complementen a la actual. Este tema es muy extenso, así que lo iré desarrollando a modo de píldoras neuroeducativas.
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